lunes, 22 de noviembre de 2010

PELEA DE CEMENTO


Para el 2013, tres de las 10 mayores cementeras del mundo-Cemex, Votarantim y Cimpor- tendrán operando sus respectivas plantas en la zona centro y sur del Perú, que concentran el 78% de la demanda interna. Con el anuncio de Cementos Portland –el lunes pasado- de que construirá su planta de Manchay en alianza con Bío Bío y Votarantim, las cosas se podrían complicar para Cementos Lima, de la familia Rizo Patrón. Pues la principal cementera nacional ahora tendrá que atender dos frentes para defender su participación de mercado. ¿Podrá lograrlo? Bajo ante este tipo de preguntas, pero es conocido que desde que Cemex –con su filial Latinamerican Trading– dio los primeros pasos en el país, ha tomado una serie de medidas, que van desde el plano comercial al legal, pasando por una ambiciosa ampliación de su planta de Atocongo, en la que invierte US$230 millones. Si Cementos Lima guarda algún as bajo la manga no lo sabemos, pero no sería descabellado pensar que así sea, pues hace un par de semanas trascendió que un importante cónclave cementero entre las familias Rizo Patrón y Hochschild se había producido.

Alguna fuente audaz deslizó la posibilidad de que una OPA hostil sea lanzada en su contra, pero hasta ahora nada hace prever que tal escenario se configure. Entretanto, Cemex continúa tejiendo la red de distribución de su cemento Quisqueya, con miras a configurar el aparato logístico que le permita colocar el millón de toneladas métricas (t) que prevé producir el 2013. Según dijo, ya tiene más de 700 puntos de venta, principalmente en Lima, y acaba de firmar el suministro con la cadena Sodimac. Cementos Portland no se queda atrás, pues también necesita canales de distribución fidelizados para el 2013. Por ello, Eduard Xapelli, director delegado de World Cement
Group (que tiene 20,5% de participación en el proyecto), no descarta que entre el 2011 y 2012 comiencen a pelear un espacio en el mercado local con importaciones. Quienes creen que el grupo Hochschild mira desde su palco la disposición de los frentes en esta guerra cementera podrían estar equivocados, pues la brasileña CSN (Companhia Siderúrgica Nacional) anunció hace un mes que saldrá a comprar cementeras con un plan de inversiones de US$2.000 millones, que incluye al Perú. ¿En dónde podría apostar? Pues una mirada a vuelo de pájaro lleva a pensar que el mercado del norte está demasiado quieto, con un solo operador que juega en pared con sus dos firmas: Cementos Pacasmayo y Cementos Selva. Coincidentemente, el gerente general de Cementos Pacasmayo, Lino Abram, declaró hace unas semanas que evalúan la construcción de una tercera planta, cuya ubicación sería Piura. Hay que precisar a qué Pacasmayo, y su brazo logístico DINO, han desarrollado una estrategia similar a la de Cementos Lima para fidelizar sus marcas. Pero si a CSN le gustan los retos, bien podría animarse a devolver el golpe a Votorantim –que frustró en marzo su intento de controlar Cimpor– y también optar por el mercado de la zona central del país.

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